Volver sobre los pasos
Volver sobre los pasos
Pongo la mano en mi bolsillo y el pánico corre por mis venas, me dan ganas de llorar, miro a mi mamá con lágrimas en los ojos y como puedo le explico que no está ahí. Ella me mira con cara de “te lo dije” y ante su indiferencia mi angustia crece y se hace insoportable.
Empiezo a llorar de verdad, con ruido, pérdida de aire e incontrolables mocos que salen de mi nariz. No sé que voy a hacer, hasta un segundo atrás mi vida era tranquila y feliz y ahora es una pesadilla. Perdí uno de mis objetos más preciados. Ante mi desesperación mi madre finalmente reacciona y empieza a considerar soluciones.
Lentamente, con una mano agarrada a mi madre y la otra con un pañuelo, retrocedemos sobre nuestros pasos. Miro para todos lados, busco en cada esquina con la esperanza de volver a verlo. Estudio a las personas, observo sus manos, por suerte hay pocas en la calle haciendo la búsqueda más fácil.
Caminando las lagrimas pararon, la calma de aceptar la realidad había llegado. Nos proponemos caminar un par de cuadras más, pero si no aparece teníamos que volver para casa y seguir con nuestra vida.
Con la tristeza controlada por una esperanza que esta por llegar a su límite giramos en una esquina y salgo disparada como un rayo. Está ahí tirado, pegado a la pared, mirando para arriba esperando, como si supiera que iba a volver a buscarlo.
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